Probablemente cuando hayamos tirado todo por la borda, todo lo que al final y realmente no es ni útil ni necesario, y no nos quede nada, hayamos hecho lugar en nuestra vida para que aparezca el TODO. Allí aparece el TODO, el “SOY EL QUE SOY».

El pasaje es tan hermoso, porque a pesar de la situación que vivía el autor, no deja de decir lo que Dios es cuando es TODO, y lo mismo te dice a vos en este momento.

Dios se ha levantado en este tiempo pidiendo trono, el trono de tu corazón, tu mente y tus prácticas.