Sed
En el Evangelio de Juan (cap.4) encontramos a un Jesús que se manifiesta como el Yo Soy.
La mujer samaritana sabía que había un horario dónde era invisible, pero Jesús la vio. Él, cansado, se había detenido a tomar agua pero al encontrarse con ella, no solo se pone a hablar con ella sino que le revela algo muy importante.
Jesús se le revela como el YO SOY, el agua de la que Jesús hace mención es la que llena nuestro espíritu, es la que nos sacia en todos los aspectos, transformando nuestra vida ¡sin importarle quién sos!
Esa agua solamente se obtiene acercándonos y pidiéndole a Jesús que nos la dé.
Esa mujer que para la sociedad era insignificante, era despreciada, es a la que Jesús le revela tal verdad que un pueblo entero fue salvo por el testimonio de ella (vs.39)
¿Vos pensás que Dios no te ve? ¿Qué no te escucha? Dios quiere que esa agua que Él te da y que ya tenés, brote para dar vida a otros, para bendecir a quienes te rodean.