En esta fecha tan importante para nuestra Patria, recordamos a tantos hombres y mujeres de fe que dieron su vida trabajando, esforzándose y predicando el Evangelio de Cristo para que esta Nación fuera grande!
Durante muchos años, se ha cometido un hecho de injusticia, al no recordar a tantos hermanos cristianos que aportaron tanto para que nuestra patria fuera bendecida, a pesar de todas las trabas, prohibiciones e impedimentos para que se predicara el Evangelio.
La Palabra de Dios y los cristianos estaban prohibidos y limitados en sus trabajos, pero muchos hermanos europeos que llegaron al país traían sus conocimientos profesionales y además, la Palabra de Dios.
Como fue el caso de los que vinieron a enseñar como conservar la carne a través de la sal o los especialistas en minería que vinieron a capacitar a la gente, eran todos cristianos evangélicos protestantes.
A partir del 1815 comienza el auge en el exportación argentina de la agricultura y ganadería, que se produjo gracias a la capacitación recibida de la mano de estos hermanos y fue una bendición para todo el país por muchos años.
Un pastor evangélico y su incansable labor como educador, llamado Diego Thompson, fue un gran maestro quien introdujo por primera vez la Biblia en nuestro idioma ya que las misas se daban en latín y nadie tenia permitido entender y/o leer la Palabra de Dios.
Fundó varias escuelas y llegó a ser el primer ministro de educación de la República Argentina, un pastor, que a pesar de ser fuertemente perseguido seguía trabajando incesantemente educando a miles de personas no solo en nuestro país, de donde tuvo que irse, sino también en Chile de donde más tarde también tuvo que marcharse por los mismos motivos de persecución.
En Perú traduce la Biblia en los varios idiomas nativos, en Colombia fundó la primera Sociedad Biblica, en México, en Haití, en Cuba fue muy perseguido por traer libertad con el mensaje del evangelio,
El era representante de aquello que Cristo dijo «…ustedes son la sal de la tierra» aunque en ningun acto publico se los nombre o se los mencione fueron sal para nuestra tierra. Dar a conocer a Dios y educar fueron dos grandes aportes que muchos de estos hombres hicieron por nuestra patria.
El Señor nos dice «vosotros sois la sal de la tierra…» y Jesús toma este elemento para comparar a su Iglesia dado que la misma tiene un sistema molecular indestructible, ella afecta todo pero nada la afecta a ella.
La sal conserva y asi nosotros que somos templos del Espíritu, debiéramos afectar a todos y en todo donde estemos.
Nuestra patria fue grande gracias al trabajo de estos cristianos que fueron la sal de la tierra afectando todos los espacios donde trabajaron y dejando una huella de bendición imborrable en la historia de nuestro país.
Seamos sal en donde estemos y no dejemos de predicar el Evangelio a toda criatura!