Cuando hay oraciones que pareciera que no llegan a Dios, nos falta encontrar esa llave para obtener la respuesta.
El que busca sin interés no haya nada, buscar implica paciencia, perseverancia, ser minuciosos y cuidar nuestras palabras al orar.
Tres llaves que respondieron diferentes oraciones:
1) Abraham
Dios había decidido eliminar Sodoma y Gomorra, entonces Abraham apela con mucha humildad a la justicia de Dios (Génesis 18:16-33) no a la misericordia. Dios aborrece el pecado pero ama la justicia, por eso solo se salvó el único justo en la ciudad, Lot el sobrino de Abraham (vs25). En ocasiones debemos apelar a la justicia de Dios y no a la misericordia.
2) David (2 Samuel 21)
David consulta a Dios cuál es la causa por la que la tierra no produce frutos. Dios no responde cuando hay pactos que no se cumplen, no debemos hacer promesas ni votos que no estamos dispuestos a cumplir porque entonces Dios no responderá las oraciones (vs14) Cuando David cumplió con la promesa hecha a Dios, su oración fue contestada y la tierra prosperada.
3) La mujer cananea (Mateo 15.21)
Cuando ella logra hablar con él es cuando lo reconoce como Señor. Cuando ella entiende su lugar, su identidad ahí es cuando Jesús responde su oración.
Debemos encontrar cuál es la llave que abre el camino para que nuestra oración tenga respuesta. Dios siempre está dispuesto a escucharla y pronto a responderla, nosotros debemos estar dispuestos a dejar de lado las circunstancias, las emociones y escuchar la voz del Espíritu Santo que nos guía a orar en Su voluntad.